Sentir la naturaleza
Dejar preparada la ropa que me tengo que poner mañana; hecho. Hacer los bocadillos para desayunar, comer y merendar; hecho. Me dejo alguna cosa… ah, sí; la gorra por si hace sol, una bufanda por si hace viento, la crema de los labios y unas cartas para jugar con los amigos. Ahora sí, parece que ya está todo a punto para un día redondo.
A muchos nos puede resultar familiar este diálogo interior que todos tenemos el día antes de una excursión, las típicas preocupaciones que acompañan los nervios que preceden las grandes ocasiones. El pasado 23 de febrero, los chicos y chicas del grupo de Grans de ApreniJoc pudieron vivir esta sensación, y estamos seguros de que el resultado no les decepcionó. Acompañados por un precioso sol de invierno, estuvimos caminando por la Serralada de Marina hasta llegar al poblado ibérico de Puig Castellar. Por el camino disfrutamos del contacto con la naturaleza, viendo cómo los gusanos de seda, los pájaros y las alfombras de hojas de roble salían por una vez del libro de medio y cobraban vida. Después de comer disfrutamos de las mismas vistas que hace más de dos milenios la tribu de los Laietanos contemplaba desde su casa; quedamos maravillados teniendo todo el Barcelonés a nuestros pies y capturando de un vistazo todo lo que abarca desde el horizonte mediterráneo hasta la montaña de Montserrat. Acabamos el día compartiendo un rato de juegos con los compañeros en el parque de la Bastida.
Es la primera vez que desde ApreniJoc realizamos una excursión fuera del horario habitual. Una nueva experiencia para los menores de este proyecto, que da continuidad a unos objetivos fundacionales que buscaban, junto con el apoyo académico, ofrecer a los menores del barrio espacios de juego y de ocio nuevos para ellos.